Submarinismo.
Ahora sí, ahora nos hemos cansado de efimeridades, de la gente que está de paso, de aguantar las ganas de llorar aunque sea de alegría, de buscar la perfección y caer en desilusiones. Nos apetece ese falso enamoramiento, esa sensación constante de sentirse observada, tener en cuenta cada mirada y soñar antes de dormir. Somos bipolares por temporadas y vivimos en estaciones de alegría, queremos lo que dejamos escapar o a lo que renunciamos a sabiendas de que no eran válidos los viajes a tiempo atrás, en cambio, cogemos lo que no queríamos, intentando llenar cualquier vacío, siendo conscientes de que no se admitían devoluciones. Y que más da si lo sufren los demás.
Coger y dejar ir, quitar y dejar tirado.
Los acordes decían algo mientras la letra les llevaba la contraria. Lo que no quieres decir se tatúa en notas musicales y la superficialidad de unas palabras llenas de rabia no hacen frente a una realidad que juzgará a tu corazón según una moda adolescente. Nadie entiende las metáforas pero todos se las aprenden de memoria, sin mérito, escriben por dinero y no por sonrisas, jugando con sentimientos y la dirección del viento.
El calor no derrite los pensamientos, sino que agoniza a cada gota de agua que corre por su frente, y las que recorrerán el camino de tus mejillas, perfilando tu rostro cuando lo veas marchar.
No es amor lo que refleja un espejo, ni fotos; el amor no se ve, no se oye y apenas se interpreta correctamente cuando se siente, pues el egoísmo es un buen maestro del mimetismo, envolviendo corazones con la capa del deseo carnal y las ganas de ganar.
Sal de noche que te prefiero de día, sin sombras que cubran tus pupilas y engañen decisiones, es tiempo de romanticismos y arrepentimientos, de celebrar las buenas elecciones y lamentarse de la longitud de la cama. Escucha música mientras yo plasmo con papel y boli lo que te pierdes y lo que esperas sin saber.
Pasando del reflejo de la luz en la superficie, voy a buscar el final del túnel en la oscuridad de las profundidades, a ver lo que dejas de desear y lo que sorprende a la experiencia.
Dame un Sol, y entonaré el camino de la luz por nuestra historia.
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