"Por mucho que nos hagan, jamás
merecerá la pena, rebajarse a la altura de aquellas personas que alguna vez nos
tiraron al suelo, porque es mucho lo que se pierde, y poco lo que se gana."
"Cómo miles de sensaciones pueden agolparse en
tu garganta y ser tan difíciles de explicar, cómo puedes sentir tantas cosas a
la vez y ser incapaz de ponerlas en orden."
"Creo que
lo mejor es gritar, gritar, no hasta que alguien te oiga, sino, hasta que se te
olvide la razón por la que lo hacías."
"Idealizas, completas y rehaces cada parte que
flaqueaba de lo que creíste ver, pero solo la realidad es capaz que quitarnos
esa venda. Lo último, desilusión."
"Me heces daño, pero prefiero
dejarte doler a verte escapar.
Se me antojan tus labios, me
apetecen tus caricias, tengo hambre de tu cuello, esta noche
soy caníbal."
"No rompas un
silencio para decir que te vas, tan solo deja al tiempo fluir en una estela de
fotogramas que no expliquen el argumento de la película. Un adiós no significa
nada cuando tienes por seguro que volverás, y, aun así regálame un ''hasta
luego'' y déjame con la intriga de no saber de tu regreso. Prefiero que el
dolor esté latente, pero que permanezca, para sentirte cerca, para saber que no
fuiste un sueño, aunque tu respiración ya no sea mi morfina. Siempre supe que
volverías. Por eso no te esperé, porque creo en el azar y no en el destino, y
aquella vez tiré los dados obteniendo una respuesta negativa, pero hice
trampas, y dibujé una gran sonrisa en la cara de nuestro dado. Y la suerte jugó
a nuestro favor, y el cielo nos regaló la última tormenta de verano, y cada
gota que cruzaba mi rostro posándose en mis labios fue la respuesta positiva
que necesitaba en un principio, pero que ahora me vale con tu sonrisa entre mis
labios, y granizo de vez en cuando."
"Tres horas
sudando bajo las luces parpadeantes, y, entre cuerpo y cuerpo, dar todo el
aliento con cada latido de tu corazón. Unas manos que suben y bajan al ritmo de
la música y se aceleran cada vez más haciendo semicorcheas en un tiempo pausado
por la temperatura.
Oigo tus
pensamientos, sofocos, jadeos. El gritar de un beso que se aproxima con afán
destructor para eliminar tus defensas y entrar en ti. El choque de pieles se
convierte en la banda sonora de una noche, de una época; y las metáforas se
hacen pequeñas ante la inmensidad de los impulsos nerviosos y convulsiones
carnales. Calor.
Las pulsaciones
suben sin pedir permiso a un calor corporal que hierve tu sangre.
No es pecado. Es
el infierno. "
"Lanzando
suspiros al aire e intentando recordar cómo he llegado hasta aquí. Creo que
volando. Surcando, una oleada de pensamientos y las corrientes marinas de tu
imaginación, que son las que me mantienen viva. En tus momentos de soledad,
oigo descolgar tu teléfono, y el mio, con las monedas. Flotando por el aire.
Sin rumbo. Con tu dignidad. Perdida."
"La mayoría de las gotas son lágrimas que llora el cielo angustiado porque
ya no miras hacia arriba."
"Estrofas que amenazan con decirte la verdad y hacerte tragar
saliva desgarrando tu garganta, camino de poesía, camino de la vida."